Foto VosTV.

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Comunidades de Carazo afectadas por huracán Iota siguen sufriendo estragos

La ayuda que se logró canalizar a través de la Mesa Nacional de Gestión de Riesgo (MNGR) ya se ha agotado.


Tres comunidades de Carazo que fueron afectadas por el paso de los huracanes Eta e Iota el año pasado continúan sufriendo los estragos que dejaron es esa zona ambos fenómenos naturales, según informó el Centro Intereclesial de Estudios Teológicos y Sociales (CIEETS), organización que intervino con ayuda humanitaria en esas comunidades.

La Piñuela, El Quinal y Paso de Las Lajas, según Danilo Valencia del área de Desarrollo y Medioambiente del CIEETS, son las tres comunidades que requieren del apoyo urgente del Gobierno, pues afirmó que “la población continúa sin letrinas, continúa sin acceso adecuado en los caminos, sin los servicios de agua porque las tuberías fueron deterioradas”.

El daño que dejaron ambos huracanes en estas comunidades de Carazo también permanece sobre las áreas productivas de la zona por lo que se requiere que sean rehabilitadas.

Valencia explicó que “la situación actual continúa afectando la supervivencia de las familias dado que se han escaseado los recursos alimentarios y por la misma afectación de los medios de vida que fue afectado por el paso de los huracanes. Actualmente, también se suma el elemento del escaso ingreso producto de que las cosechas no lograron tener su fin deseado”.

Manifestó que la situación es apremiante ya que la ayuda humanitaria que se logró canalizar para los afectados a través de la mesa Nacional de Gestión de Riesgo (MNGR) con el proyecto “Respuesta al Huracán Eta” ya se ha agotado.

“Por ello se requiere un apoyo sustancial, de tal manera que permita la rehabilitación de las actividades económicas, sociales y ambientales que se generan en las comunidades rurales”, añadió.

Sólo en la comunidad de La Piñuela, cinco personas de una misma familia fallecieron el pasado 16 de noviembre al ser arrastradas por las fuertes corrientes del Río Acayo que registró una fuerte y repentina crecida de su caudal debido al azote del huracán Iota.