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Pobladores se aglomeraron en distintos balnearios del país y “relajaron“ medidas contra la Covid-19

Expertos en salud advierten que en el transcurso de dos a tres semanas pueden aparecer brotes en cualquier parte de Nicaragua


Las actividades de fin de año provocaron aglomeraciones en diferentes centros turísticos del país, sobre todo en balnearios, en donde fueron casi nulas las medidas de prevención contra la covid-19.

Hasta este 01 de enero, los centros turísticos de Pochomil y Masachapa lucían abarrotados de visitantes, mientras otros pobladores participaron de actividades recreativas en el Trapiche, sitios donde muy pocos cumplían con las medidas de prevención como son el uso de mascarilla y de alcohol.

El doctor José Antonio Delgado, experto en salud pública, explicó que todavía no se puede pronosticar cuándo se estarían presentando los casos provocados por aglomeraciones en balnearios, sin embargo, estos podrían generar más hospitalizaciones.

“Serán pequeños brotes que probablemente van a pasar desapercibidos, pero, van a seguir manteniendo el número de casos de enfermos, también de fallecidos e ingresados en hospitales, esto nos eleva el riesgo de crear y no detener la variante Omicrón en Nicaragua, que aún no reporta su primer caso, más que eso, abrirá la puerta a generar una nueva variante, porque entre más contagio existen hay más replicación del virus”, dijo Delgado.

Según el médico, el problema no es la visita a sitios turísticos, si no que todos buscaron el mismo lugar para hacerlo, lo que generó la aglomeración y resistencia al cambio de vida, que está exigiendo medidas de bioseguridad permanentes.

“Yo puedo ir al mar, pues es un lugar amplio y ventilado, bajo de contagio, pero si en el mar hay 2,000 personas, aumenta el riesgo de contagio, incrementa el riesgo de diseminación, ya que llegaron de varias partes del país, es decir se movilizaron y se juntaron”, refirió Delgado.

José Luis Borgen, integrante de la Unidad Médica Nicaragüense (UMN), aseguró que al menos un 80% de la población no puso en marcha ninguna medida de prevención al participar de estas actividades recreativas y que incluso la ingesta de alcohol hizo que perdieran la noción de la seguridad.

“La transmisibilidad puede ser exponencial, eso significa que en el transcurso de unas dos o tres semanas pueden aparecer brotes en cualquier parte de Nicaragua, y nuevamente desencadenar una gran cantidad de casos que sobrepasen las capacidades de atención de los hospitales, estamos frente al peligro que junto a casos leves aparezcan casos severos y aumente la tasa de mortalidad”, expresó Borgen.

El integrante de la UMN aclaró que el descuido de medidas preventivas en las actividades de recreación durante el fin de año fue generalizado, es decir que no solo se observó en Nicaragua si no en distintos países, los que se podrían enfrentar al escenario de nuevos rebrotes.