Imagen referencial / Cortesía

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Este es el plan que debe aplicar el Minsa en Nicaragua ante alerta sanitaria de hepatitis, según epidemiólogo


Los médicos nicaragüenses están obligados desde siempre a reportar al Ministerio de Salud (Minsa), cada caso de hepatitis en infantes que se encuentren en su consultas, pero ante la alerta sanitaria emitida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido en varios países, debe ser más exhaustiva la revisión de parte de las autoridades del país, según el doctor Leonel Argüello, epidemiólogo.

La OMS reportó un deceso y 228 casos de hepatitis aguda grave de causa desconocida, entre niños de 1 mes a 16 años, en 12 países, entre los continentes de Asia, Europa y América Latina, pero aún lo reconoce de incidencia baja.

El epidemiólogo afirmó que el Minsa debe realizar las pruebas correspondientes a cada caso reportado por los médicos para contribuir a la investigación de este nuevo evento sanitario, que ya ha atacado incluso países de Centroamérica.

“Lo más importante es que cualquier persona menor de 16 años que tenga hepatitis hay que hacerle exámenes de laboratorio, para saber si ese caso es de los normales que suceden en el país o podría ser de los nuevos casos reportados, recordemos que también en Centroamérica ya hay varios países reportando casos de ese tipo”, dijo Argüello.

El médico explicó que la medidas preventivas son a las similares aplicada contra la covid-19, las que deben ser acentuadas y vacunar a los niños y niñas contra la hepatitis A o el Rotavirus, si es que aún no lo están.

“Es fundamental continuar con las medidas de higiene lavado de manos de mínimo 40 segundos a más; la distancia de 2 metros entre cada persona y la utilización de la mascarilla; recordar a los padres de familia que si tienen color amarillo tanto la parte que es blanca de los ojos, como el color de la piel y si tienen las heces fecales descolorida casi hacia blanco, puede ser hepatitis”, indicó Argüello.

El médico explicó que se descartó que este relacionada esta hepatitis a las vacunas puestas en menores de edad contra la covid-19 y todas las autoridades de salud de distintos países, incluidos Nicaragua, deberían estar obligadas a reportar a nivel internacional los resultados de los exámenes de laboratorio.

“Cualquier persona menor de 16 años que tenga hepatitis y que una vez se realicen los estudios no se pueda demostrar que es A, B, C, D o E y que tenga las pruebas hepáticas muy elevadas, debe ser considerado como un caso probable de origen desconocido”, señaló Argüello.

El médico recordó que la hepatitis A y B, la más común en Nicaragua, se transmite por vía digestiva.

“Es decir cuando hay una contaminación oral fecal, se produce por consumir agua que no es segura, que puede estar contaminada con heces de una persona que tuvo hepatitis o una persona que ha estado cocinando, pero no se lavó las manos bien”, refirió.

El resto de hepatitis C, D y E, que se han registrado en Nicaragua, según Argüello, se transmiten a través de relaciones sexuales.

“Son transmitidas a través de relaciones sexuales, por inyectarse con agujas infectadas, por compartir rasuradoras y la hepatitis D, siempre previamente venia acompañada de hepatitis B”, sugirió el epidemiólogo.

Los síntomas para cualquiera son los mismos, como son: síntomas gripales, vómitos, fiebre, el color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos, además del dolor en el estómago.