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El trabajo infantil, una situación que sigue arraigada en Nicaragua

En Nicaragua las áreas con mayor cantidad de niños trabajando son el área agrícola y el área doméstica.


Cada 12 de junio, se conmemora el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, una situación de la que Nicaragua no es la excepción.

En el país, existen organizaciones como World Vision Nicaragua que luchan para erradicar este flagelo.

“Continuamos trabajando como organización, quizás no la erradiquemos por completo, pero todos y todas podemos hacer algo para disminuir el trabajo infantil, porque desde la persona que está en su casa y le da trabajo a un niño es parte del problema, nosotros a veces pensamos que de esa forma le estamos ayudando al niño y colaborándole económicamente, pero realmente no es así", explicó Karen Tinoco, especialista del programa espiritualidad, protección y educación de World Vision Nicaragua.

Agregó que "los niños deben estar estudiando, jugando y para todo hay edad. Creo colaborar está en cada uno de nosotros, de nosotros depende que esas cifras de niños trabajando bajen porque quienes dan empleo a los niños son los adultos”.

Desde hace 10 años, las instituciones estatales no presentan cifras oficiales ni actualizadas sobre cuántos niños, niñas y adolescentes trabajan.

Un estudio del Instituto Nacional de Información de Desarrollo publicado en 2012 reveló que hasta ese año se estimaban al menos 396,118 niños, niñas y adolescentes en esta condición.

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“Cifras exactas como país no tenemos, el último estudio se realizó hace diez años, entonces como tal no se sabe la cantidad específica, sin embargo, la niñez trabajadora la podemos observar en diferentes sectores y sabemos que esto si existe en nuestro país. Entre ellos se encuentra el sector agrícola y el sector doméstico, que son los más destacados en el país, de hecho, la mayoría de los niños en esta condición se ven más en la zona norte, en el corte de café”, explicó Tinoco.

Para aportar una respuesta a esta problemática social, desde 2016 World Visión Nicaragua ejecuta un proyecto en fincas cafetaleras del país para que los niños, niñas y adolescentes no abandonen sus estudios por el trabajo. Gracias a esta iniciativa, reciben clases diarias impartidas por voluntarios del proyecto.

“Yo creo que es mejor que los niños estén en un lugar seguro, porque ellos en los cortes de café pueden resultar heridos o mordidos por serpientes, y eso puede ser muy malo para ellos”, expresó una niña miembro de los puentes educativos.

Imagen cortesía de World Vision Nicaragua. Niñas miembros del proyecto de puentes educativos

“Mi experiencia fue que anduve cortando café, fue muy triste, mi papá se enfermó, me picaron avispas, estuve enferma, pasé así dos semanas, me llevaron a un centro médico, de esa forma no volví a cortar café. Me mandaron al puente educativo para que aprendiera más, me reforzara más y ahora que vengo a la escuela a estudiar las clases me parecen más sencillas y se me hace más fácil, me siento en un ambiente seguro y agradable”, compartió otra niña miembro de puentes educativos.

Esto aporta múltiples beneficios a los niños, niñas y adolescentes que participan en estos proyectos, pero también depende de los propietarios de fincas cafetaleras que acepten trabajar de la mano con esta organización para salvaguardar la integridad física de los niños y respetar sus derechos, además también depende de los padres al comprometerse en llevar a su hijo o hija para ser parte de esta iniciativa.

“Tenemos una hora de entrada, pero no una hora de salida, porque el puente educativo se cierra hasta que el último papá llega a traer a su niño, y muchas veces las medidas de café se extienden hasta largas horas de la noche, cuando la zafra de café está de lleno se dan las diez de la noche y todavía estamos esperando que ese papá que está allá en el plantillo de café llegue a retirar a su niño. Ellos comienzan a ir a dejar a sus niños a eso de las tres de la madrugada, los niños quedan ahí, tenemos también a niños pequeñitos y ahí se les tiene un espacio para que ellos puedan dormir mientras amanece completamente, ahí también se les brinda alimentación a todos, y las clases por decirlo así para los niños, son como un reforzamiento”, comentó Tinoco.

De acuerdo a Unicef, la pandemia de la covid-19 ha neutralizado los esfuerzos por erradicar el trabajo infantil a nivel mundial. Esta agencia de Naciones Unidas estima que actualmente “8,2 millones de niños de entre 5 y 17 años trabajan en América Latina y el Caribe. La mayoría de estos niños son adolescentes varones, y el 33% son niñas”.

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