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Urge mayor regulación del uso de armas de fuegos en bares de zonas rurales

La propuesta evitaría riñas que provocan la muerte de ciudadanos ante la ingesta desmedida de licor.


Una problemática reiterativa en Nicaragua son las "riñas" entre ciudadanos, principalmente en las zonas rurales del país, que terminan en tragedias y las que están vinculadas con la ingesta desmedida de licor y el uso de armas de fuego, por ello un experto en temas de seguridad ciudadana, propone algunas medidas para evitar que situaciones como estas sigan ocurriendo.

Un caso reciente se registró el pasado fin de semana en un bar del municipio de Río Blanco, departamento de Matagalpa, donde un hombre de 34 años falleció por un disparo que recibió en su mandíbula. El señalado de este crimen es un amigo de la víctima con quien compartía tragos.

David Silva, experto en seguridad ciudadana, reconoce que en las zonas rurales, por cuestiones culturales, varios ciudadanos aún portan armas de fuego, para la defensa de sus tierras, pero debe erradicarse su portación en lugares que representen un riesgo.

"De forma más severa es necesaria la colocación de personal en esos bares, para evitar que quienes ingresan lleven armas de fuego, establecer incluso en lugares visibles rótulos donde explícitamente se establezca que está prohibida la portación de arma en ese lugar”, sugiere.

La vigencia del permiso de portación de armas de fuego, según Silva, también debería ser más corto.

“Alguien no tiene la misma destreza y mentalidad de cinco años atrás, eso va cambiando anualmente, además cuando te dieron la portación a lo mejor no eras alcohólico, ya el alcohol pudo haber ido reduciendo tu capacidad de respuesta”, señala.

Ubicación “dañina” de los bares

Enrique Picado, coordinador del Movimiento Comunal Nicaragüense, considera que las zonas urbanas tampoco están exentas de estas riñas, pero preocupa sobre todo la ubicación de los bares y restaurantes cerca de barrios muy poblados, por lo que requieren reubicación y mayor regulación.

“La lógica del mercado se impone a las normas elementales de cuidado de la sociedad, porque estos sitios ya están invadiendo los barrios y comunidades, sin importar estén cerca de un hogar con muchos niños, niñas y personas de la tercera edad, y los hemos visto hasta en frente de iglesias, escuelas y parques, son sitios donde son un riesgo”, enfatiza.

Picado reconoce puede suceder que, al calor de los tragos, hay conflictos vecinales o familiares que afloran porque no han sido resueltos adecuadamente.

“Algunos al calor de los tragos toman valor, el valor que no tienen buenos y sanos para dialogar y resolver los conflictos como personas civilizadas, los quiere resolver ya borrachos”, añade.

Insiste en la necesidad de erradicar los conflictos sin resolver, a través del diálogo, presidido a través de líderes comunales o vecinales de los sectores rurales.

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