Foto Jimmy Romero.

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UNAB espera respuesta de la Policía Nacional para marcha del domingo

Juan Sebastián Chamorro, integrante de la UNAB, no confirmó ante los medios de comunicación si la marcha saldría en caso de no tener respuesta de la Policía Nacional.


Integrantes de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) llamaron este jueves al pueblo autoconvocado a sumarse a la marcha de este próximo domingo 25 de noviembre, una vez que la Policía Nacional dé permiso a dicha movilización.

Juan Sebastián Chamorro, integrante de la UNAB, no confirmó ante los medios de comunicación si la marcha saldría en caso de no tener respuesta de la Policía Nacional.

"No queremos especular, esperaremos respuesta de las autoridades incluso hasta el mismo domingo, día de la marcha", expresó Chamorro.

El miércoles, movimientos de mujeres e integrantes de la Unidad Nacional Azul y Blanco se presentaron a las oficinas del complejo Faustino Ruiz, ubicado en Plaza El Sol, solicitando autorización para la marcha de este 25 de noviembre en conmemoración al Día Internacional de la Lucha contra la Violencia.

La marcha "Por una Nicaragua Libre de Violencia" se estaría realizando el domingo 25 de noviembre a las 9:00 de la mañana, siendo el punto de partida frente a las instalaciones del Colegio Teresiano.

La solicitud de permiso para este tipo de actividades se da luego que las autoridades policiales declarara ilegal las marchas que desarrollaban integrantes de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y otros organismo.

La Policía inculpa a los organizadores de estas movilizaciones de provocar la violencia y muertes en el país.

Alianza llama a retomar el Diálogo Nacional

Carlos Tünnermann, integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco, instó al Estado a retornar nuevamente al diálogo nacional para buscar una salida definitiva al actual contexto.

"Aquí se ha estado hablando de una Ley de paz y reconciliación y para lograr ese escenario se tiene que pasar primero por el diálogo", señaló Tünnermann.

El diálogo nacional fue convocado por el presidente Daniel Ortega, luego de las protestas y manifestaciones contra las reformas al seguro social y la represión gubernamental que ha dejado un saldo de más de 500 personas fallecidas, según informes de organismos defensores de los derechos humanos.

El diálogo fue suspendido en el mes de mayo y lo integraban líderes campesinos, estudiantes universitarios, la empresa privada, sociedad civil y la iglesia católica.