Ocho presas políticas suspenden huelga de hambre

Esta protesta era mantenida por las condiciones en las que están en el sistema penitenciario "La Esperanza" y por el aislamiento en el que permanece la periodista Lucía Pineda Ubau.


Luego de tres semanas, ocho presas políticas cancelaron su huelga de hambre, luego que la Alianza Cívica suspendiera temporalmente su presencia en la mesa de negociación hasta que el Gobierno de Nicaragua demuestre el deseo real de dialogar.

Esta protesta era mantenida por las condiciones en las que están en el sistema penitenciario "La Esperanza" y por el aislamiento en el que permanece la periodista Lucía Pineda Ubau.

“Van a interrumpir su huelga, van a empezar a comer de a poquito porque después de tantos días no pueden consumir muchos alimentos porque consideraban que el grupo de negociación golpeó la mesa, se paró en una actitud de protesta enérgica”, expresó Tamara Zamora, madre de la presa Amaya Coppens.

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Las madres de las reas revelaron que las que pudieron dialogar con el nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag, fueron llevadas en estado tan deplorable, que no se podían ponerse de pie, por lo que siguen exigiendo atención medica y mantienen la confianza en la Cruz Roja Internacional, que ya ha firmado un convenio para visitar las cárceles y revisar la condiciones de salud de los privados de libertad.

“Mi hija no podía caminar y la tuvieron que llevar arrastradas sus compañeras a la mesa donde estaría con el nuncio apostólico. Siguen sin recibir asistencia médica, eso es inhumano”, comentó Mariela Cerrato, madre de María Adilia Peralta.

A través de la carta en la que informaban su decisión de abandonar la huelga de hambre, revelaron la realidad que vive la periodista Lucía Pineda Ubau que está en aislamiento del resto de presas políticas y que le ha llevado a presentar leves daños psicológicos.

“Es obligación de estos ciudadanos preservar su salud y por ende su vida. Las personas que están en huelga de hambre deberían estar siendo atendidas por la Cruz Roja, la autoridades gubernamentales deben atender el llamado de estas madres de las privadas de libertad”, destacó Pablo Cuevas, Asesor Legal de la Comision Permanente de Derechos Humanos (CPDH).

El 8 de marzo, día de la mujer, las privadas de libertad fueron víctimas de una tortura poco convencional, pues las funcionarias de La Esperanza cocinaron carne asada frente a su celda y les ofrecían comida como una burla mientras estaban en huelga de hambre, según denuncia de las familias de las presas políticas, según denuncia de las familias de las presas políticas.