Foto Salvador García

Foto Salvador García

Vendedores reportan bajas ventas en inicio de fiestas en honor a Santo Domingo

A pesar que esta temporada en años anteriores representaba una fuente de ingreso adicional para los vendedores, la pandemia de la Covid-19 vino a cambiar el panorama.


Este 2021 las ventas de los comerciantes que tradicionalmente se ubican en la cercanía de la iglesia de Santo Domingo han sido menores en comparación con años anteriores por la permanencia de la pandemia de la Covid-19 en el país.

Las fiestas en honor a Santo Domingo de Guzmán representan una excelente oportunidad para los vendedores de generar mayores ingresos, sin embargo, por segundo año consecutivo el panorama de subsistencia no es nada alentador para este sector.

La iglesia católica canceló las tradicionales procesiones del santo, y pese a que la Alcaldía de Managua realizó sus propias actividades el 1 de agosto, los vendedores recientes las bajas ventas.

La iglesia de Santo Domingo, en Managua, permanece cerrada como prevención ante esta enfermedad, lo que repercute en las ventas de estos comerciantes.

Desde hace 32 años, Ana Reyes tomó la decisión de elaborar güirilas con cuajada como una forma de obtener ingresos para su familia. Año con año en las afueras de su casa en los alrededores de la iglesia de Santo Domingo aprovechan las fiestas patronales de Managua para ofrecer este alimentos para los fieles devotos, que pese a ser tiempos de pandemia, llegar al templo a cumplir sus promesas para con “Minguito”.

“Mis inicios en este negocio fueron en la catedral, pero para Santo Domingo he sacado mi mesa y las estufas para vender este producto, cuando comencé se vendía a 5 córdobas y ahora en 30 córdobas porque todo esta caro, pero ahí vamos en la lucha diariamente”, comentó Reyes.

Doña Ana también ofrecen desayunos y tortillas desde las 5 de la mañana y cuenta con la colaboración de sus nueras e hijas en esta tarea.

José Ángel González es otro comerciante quien desde pequeño, para ganarse la vida con su abuelita, acostumbra a ofrecer alimentos en los alrededores de la iglesia de Santo Domingo.

Desde hace 25 años se traslada desde diversos puntos de la capital para ofrecer sus productos.

“Yo vendo fritanga a precios accesibles, sin embargo, las ventas han estado muy bajas comparado con otros años porque la iglesia sigue cerrada, la gente no viene porque tiene temor. Esperamos que en los próximos días la situación mejore porque normalmente estas actividades nos generan más ganancias”, explicó González.

Por la falta de empleo formal y una profesión, este joven también se dedica a comercializar alimentos en el mercado Periférico, además de flores y frutas.

Según datos de la Fundación Nicaragüenses para el Desarrollo Económico y Social en Nicaragua (Funides), 6 de cada 10 personas se encuentran en el subempleo y el sector informal representa alrededor del 70% de la economía nacional.