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Formando generaciones con vocación y carisma, conocé a "la guardiana del idioma”

La historia de una maestra cubana de nacimiento, pero nicaragüense por gracia de Dios, demuestra que con carisma y vocación se pueden cumplir grandes sueños.


Inés Izquierdo Miller, conocida como "la guardiana del idioma", asegura que desde pequeña le gustaba enseñar y lo descubrió a los 8 años, enseñándole a su hermano a leer y escribir, ya que en la escuela no estaba avanzando mucho y su madre le pidió que le enseñara, posteriormente tuvo una especie de escuelita de barrio donde enseñaba a niños 3 o 4 años menores que ella. Y en el año 1974 ingresa al destacamento pedagógico Manuel Ascunce Domenech en Cuba.

“Mi trayectoria como maestra empieza en el año 1974, por ahí andan unas fotos donde me van a ver con mi uniforme porque los becados usábamos uniforme, ahí dimos clases durante años hasta que ya me gradué y cuando eso ocurrió me dejan en la universidad de maestra y hasta que vine a Nicaragua yo fui profesora de metodología de la enseñanza del español como lengua materna y como lengua extranjera”, comentó Izquierdo mientras recordaba los inicios de su carrera.

Inés Izquierdo durante los primeros años ejerciendo su profesión

Aseguró que lo que más disfruta de enseñar es ver que los alumnos se diviertan durante la clase, observar una sonrisa en sus estudiantes por la forma dinámica e ingeniosa en la que ella comparte sus conocimientos es algo que la llena de forma profesional.

“Yo siempre he tratado de hacer fácil lo difícil. Por ejemplo, cuando yo hablo en clases del diptongo yo le digo a mis alumnos que los diptongos son como un matrimonio bien llevado, hasta que la muerte los separa y los hiatos son matrimonios mal llevados que terminan en divorcio, ustedes saben que a mis alumnos no se les olvida eso” expresó con una sonora carcajada la guardiana del idioma.

Ella es licenciada en educación con especialidad en español y literatura, cuenta con 16 posgrados, 1 maestría y ha publicado alrededor de 8 libros. En octubre de 1993 llegó a Nicaragua y aunque al principio no fue nada fácil debido a la falta de empleo, comenta que pasó casi 6 meses trabajando en un mercado capitalino cortando cabello en un salón de belleza. En 1994 ya impartía clases en la Universidad Centroamericana y a lo largo de su vida laboró en la Universidad Americana y la American College.

Empezó en el Periodismo en 1996 y permanecería en La Tribuna hasta 1999, cuando se trasladó al Diario La Prensa, en donde laboró hasta que se jubiló en 2018. Desde el año 2000 ha estado en diversos medios de comunicación tales como canal 4, canal 8 y en Vos Tv canal 14.

“El maestro de primaria y secundaria es el maestro de los ingenieros, arquitectos, doctores, todo mundo tiene que pasar por las manos de un maestro y la responsabilidad de la ideología, de la formación de las nuevas generaciones está en las manos de nosotros los maestros y por esa razón es fundamental que estén bien preparados y obtengan el reconocimiento adecuado”, manifestó Inés.

Además, comentó que cuando estaba recién llegada al país tuvo muchos choques culturales debido a que palabras comunes provenientes de cuba poseen un significado diferente en Nicaragua, y relata a carcajadas que un día su hija pedía “fresco” durante la noche y la que en ese momento era su suegra le llevó un vaso que contenía un refresco natural, Inés explica que lo que su hija quería era ventilación, ya que sentía mucho calor.

Inés Izquierdo posee un carisma y buen humor característicos que aportó de manera positiva a la convivencia que mantenía con sus alumnos, ganándose el aprecio de muchos porque de esa forma aprendieron de una mejor manera.

“Soltera, con catéter y buscando, no se la crean, solo lo digo para reírnos”, comentó con una sonrisa Inés, quien, aunque está atravesando por complicaciones de salud, siempre mantiene una sonrisa y una broma para todo aquel que la rodea.

Inés Izquierdo con sus alumnos

Sin duda alguna, Inés descubrió cuál era su vocación y la convirtió en un proyecto de vida que la ha llevado a alcanzar grandes logros de manera personal y profesional, ganándose el cariño y respeto de muchos nicaragüenses que la recuerdan con mucho afecto, por su programa “Hablemos Del Idioma” y por enseñar de una forma jovial y sencilla, siendo diferente al método tradicional.