De migrante a empresaria: la historia de Francella Muñoz, propietaria de Serviplus

A Francella Muñoz la motiva la independencia que le da ser dueña de su propia empresa y la gratificación de ser una fuente de empleo para muchas personas.


Francella Muñoz viajó a Estados Unidos junto a su esposo en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Durante 9 años, trabajaron juntos para empresas que los subcontrataban para brindar servicios de limpieza.

Por motivos migratorios, la pareja decidió vender todo lo que con esfuerzo habían logrado en el país del norte y regresar a su país natal. Muñoz vio en la tercerización de servicios de limpieza para empresas una oportunidad de negocio en Nicaragua y es así como fundó Serviplus, con una inversión de mil dólares y cuatro trabajadores.

“Serviplus nace en octubre del 2009 y nace de la idea de crear una empresa de limpieza de outsourcing porque nosotros vivimos 9 años en Estados Unidos y trabajábamos limpiando y qué mejor manera de regresar a tú país que poner tú propia empresa y poner en práctica lo que habías aprendido”, explica esta empresaria.

Qué mejor manera de regresar a tú país que poner tu propia empresa y poner en práctica lo que habías aprendido

El obstáculo más grande que esta enérgica emprendedora encontró en su camino al crecimiento empresarial fue el acceso al crédito. Fue hasta que Thriive Nicaragua, una ONG de origen estadounidense, que Muñoz logró empezar a crecer.

“Te podría decir que el mayor obstáculo que tenemos es el acceso al crédito, el acceso al crédito es súper importante. Ellos (Thiive Nicaragua) fueron los primeros que me prestaron 10 mil dólares para comprar mis primeros equipos” agregó Francella.

Te podría decir que el mayor obstáculo que tenemos es el acceso al crédito

Desde un principio de su emprendimiento, Muñoz encontró que su motor es la independencia que te da ser un emprendedor y la satisfacción del efecto multiplicador al tener más de 100 colaboradores a la fecha.

“Es muy importante creer en uno, creer en tus sueños, creer en lo que quieres, generar empleos, porque al final, yo no trabajo, no tengo jefe pero le doy empleo a 100 personas que es un efecto multiplicador, y son 100 familias que se benefician de lo que nosotros hacemos y eso es súper gratificante”, confiesa Francella.