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Inversión y acceso a financiamiento internacional, claves para educación de calidad en la post-pandemia

La Alianza Mundial para la Educación (AME) emitió una serie de recomendaciones para que los Gobierno accedan a una educación de calidad y equitativa.


La participación de los presupuestos nacionales, la movilización de recursos domésticos y el incrementos de los fondos obtenidos del Producto Interno Bruto (PIB) serán claves para asegurar sistemas educativos más equitativos, inclusivos y de calidad en la post pandemia, según la Alianza Mundial para la Educación (AME).

Esta organización le aconsejó a los gobiernos del mundo que para alcanzar estos objetivos se requiere de acceso al financiamiento internacional con fondeadores como el Banco Mundial y también encontrar maneras para el financiamiento doméstico.

“Como incentivo a los países que cumplan, se les ofrecerá una reducción de tasas de interés de parte de las instituciones de financiamiento internacional para contribuir al financiamiento educativo”, aseguró Edgar Moyo, integrante de la junta directiva de AME.

El aporte del sector privado también será vital a través de un régimen fiscal adaptada al nuevo contexto, indicó Moyo.

“Las empresas que extraen recursos mineros y sus ingresos, sus recaudaciones deben aportar más a los impuestos para educación. En conclusión, una inversión en la educación es una inversión para la paz y la prosperidad mundial”, subrayó.

En esta misma dirección coincidió Camilla Fossberg, directora de la sección educativa de relaciones internacionales de Noruega, al señalar que se ha estimado que al menos el 97% de los recursos que deben destinarse para educación deben provenir de la movilización de recursos domésticos, siendo el determinante mayor del tamaño de los presupuestos nacionales el ratio o relación cuantitativa entre impuestos y el Producto Interno Bruto (PIB) del país.

No obstante, actualmente los países de bajos ingresos en el mundo apenas tienen en promedio un ratio de 17%, mientras que los países desarrollados tienen hasta un 34%, indicó Fossberg.

“Sabemos que el aumento en el ratio de impuesto al PIB lleva a un aumento en el caso público de la educación y la salud, esa tendencia es aún más robusta en los países de bajos ingresos que en los países de altos ingresos. ActionAid estima que aumentar los ratios de impuestos al PIB por el 5% permitirá que la mayoría de países puedan duplicar sus gastos en educación, salud y agua además de otros servicios esenciales durante los próximos 5 años”, manifestó.

Fossberg afirmó que “Noruega está comprometida a respaldar la reforma fiscal en los países en vías de desarrollo con énfasis en crear sistemas fiscales o tributarios más eficientes, equitativos, predecibles y transparentes. Apoyamos esas reformas a través de la prevención de pérdidas de ingresos por culpa de la corrupción y flujos ilícitos financieros de cuentas públicas y fuera del países”.

El tema fue abordado en el marco de la reunión de Ministros y Ministras de educación durante la Cumbre Mundial de Educación que se realizó esta semana.