Imagen referencial / Cortesía

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Humedales de Nicaragua están en riesgo

Los humedales tienen una gran importancia para el ambiente. Estas son las causas por las que podrían desaparecer


Crítico y precario es el estado de los humedales en Nicaragua debido al proceso de degradación, deforestación, avance de la frontera agrícola y al cambio del uso de la tierra, que ha afectado esos ecosistemas, advirtió este miércoles Jurguen Guevara, oficial de cambio climático del Centro Humboltd.

Guevara explicó que los humedales de la franja del Pacífico, como el ubicado en la isla Juan Venado en León, Chacocente entre Rivas y Carazo, Tisma en Masaya y Estero Real en Chinandega, son los que están en mayor riesgo de desaparecer debido a estas causas.

Todos están incluidos en la lista de 11 de 16 humedales de Nicaragua declarados como Sitios Ramsar por la Convención Internacional de Humedales del Sistema de Naciones Unidas.

Uno de los principales impactos del cambio de uso de la tierra, según el experto, es que los humedales se ven afectados con "falta de agua principalmente por la expansión de los monocultivos y la contaminación de suelos y aguas" que genera esta actividad agrícola.

Por su parte Nancy Ugarte, oficial de acción humanitaria de la Mesa Nacional de Gestión de Riesgo (MNGR), señaló que el cambio climático también es otro factor que ha aumentado el riesgo para estos ecosistemas.

Ejemplo de esto, señala Ugarte, es el derretimiento de los polos que provoca que se incremente el nivel de agua en los océanos y debido a que "los humedales son de agua dulce, podrían estar expuestos a la salinificación, afectando toda su biodiversidad".

Según Guevara, la falta de aplicación de políticas públicas dirigidas a garantizar la protección y conservación de los humedales en Nicaragua, los hace todavía más vulnerables a desaparecer.

El experto recordó que la Convención Internacional de Humedales mandata a los países que tienen estos sitios declarados como áreas protegidas, implementar mecanismos de conservación y protección, además del fomento de la biodiversidad en ellos.

"Hasta donde nosotros tenemos conocimiento no existe más allá del Plan de Manejo de las Áreas Protegidas, que dicho sea de paso los humedales también lo tienen, más allá de este instrumento normativo no se ha visto recientemente algunas acciones por mantener la conservación de los mismos. Volviendo al caso del Charco de Tisma que es uno de los más reconocidos, con la última sequía fuerte del año 2015 y 2016 el humedal prácticamente se secó", expresó Guevara.