Foto Cortesía

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Colombiana accede a la eutanasia pese a no tener una enfermedad terminal

La inyección le será administrada este domingo 10 de octubre


Marta Sepúlveda, de 55 años, desea morir dignamente. Desde hace tres años, a la colombiana la diagnosticaron con esclerosis lateral amiotrófica, la cual le provoca dolores indescriptibles a tal punto de no poder caminar.

Lo único que desea es detener su sufrimiento, y lo logrará gracias a la justicia de su país: Sepúlveda es la primera paciente con un diagnóstico no terminal que accederá a la eutanasia, es decir, una muerte sin dolor.

Su cita está programada para este domingo 10 de octubre a las 7 de la mañana.

En Colombia, la eutanasia fue despenalizada en 1997, pero fue apenas en 2015 cuando se convirtió en Ley. A la fecha se han realizado 157 procedimientos a personas con enfermedades terminales.

En julio de este año, la Corte Constitucional aprobó la extensión de este servicio a los pacientes no terminales.

"Estoy más tranquila desde que recibí la autorización de la eutanasia, me río más y duermo mejor (...) Soy una mujer con suerte", declaró Sepúlveda al medio Noticias Caracol.

Su decisión ha causado revuelo en el país, más cuando confirmó que es una católica practicante.

"Si es desde el plano espiritual, yo estoy totalmente tranquila. Soy una persona católica, me considero muy creyente de Dios, pero repito, Dios no me quiere ver sufrir a mí y yo creo que a nadie. Ningún padre quiere ver sufrir a sus hijos", reveló al periodistas Juan David Laverde, de acuerdo a una publicación de Univisión Noticias.

Sepúlveda está en paz consigo misma y sobretodo con su familia, que la ha acompañado en este proceso.

Su hijo de 22 años, Federico Redondo, la apoya de forma incondicional.

"Yo lo vi como el acto de amor más grande que he hecho nunca en mi vida (...) necesito a mi mamá, la quiero conmigo, pero sé que en sus palabras ya no vive, sobrevive", declaró Redondo, quien es abogado.

Agregó que ahora está enfocado en hacerla lo más feliz posible, hacerla reír, que sus últimos días con él valgan la pena y que por un momento se olvide de su enfermedad, la cual no cuenta con tratamiento médico.

La esclerosis lateral amiotrófica es un padecimiento del sistema nervioso, que conlleva el debilitamiento muscular, espasmos e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo.

Cuando los músculos en la zona torácica dejan de trabajar, se vuelve difícil o imposible respirar.