Yohany López

Yohany López

Derroche de arte y cultura en el escenario

Ballet Folklórico Nicaragüense cierra el año con presentación: "Fiesta y Tradición".


La noche de este domingo, el Ballet Folklórico Nicaragüense cerró el año con la presentación titulada "Fiesta y Tradición", un derroche de arte, cultura y tradición en que salieron a relucir los bailes más representativos de cada rincón de Nicaragua.

Un espectáculo de lujo que incluyó un despliegue danzario, en la que este reconocido grupo celebra 54 años en los escenarios, bajo la dirección de Ronald Abud Vivas, quien adelantó que para 2024 proyecta crecer, renovar trajes y hasta el repertorio.

Así mismo, considera importante seguir sumando talento juvenil y enseñarles el amor por las tradiciones culturales del país.

La presentación del cierre anual tuvo un lleno completo en el Teatro Nacional Rubén Darío, en el que centenares de familias de diferentes departamentos y hasta de otros países se hicieron presentes para disfrutar casi dos horas de presentación, música en vivo, y la energía de decenas de bailarines.

El telón se abrió con su icónica pieza del Toro Huaco, hasta hacer un recorrido por los diferentes sones de las demás regiones del país, pasando por el centro y norte hasta el Caribe. La presentación incluyó nuevas coreografías como Minga Rosa Pineda y algunos elementos variantes de vistosidad en los trajes.

En crecimiento

"Creo que el ballet seguirá creciendo en 2024 y todo también es gracias al apoyo de las personas que vienen de todas partes a verlos", expresó Abud Vivas.

Para el primer actor y declamador Nicaragüense, Carlos Rodríguez y quien suma 48 años acompañando al Bafonic en sus presentaciones tanto en el país como en el exterior, cada puesta en escena es el mejor momento para mostrar el potencial del que está hecho el nica.

Rodríguez muy conocido por ser el poeta que declama entre ciertas coreografías y a su vez, por recitar las coplas de cierre en las tradiciones decembrinas. "Siempre he puesto mi dedicación y profesionalismo en las interpretaciones que realizo", expresó el artista.

Los bailarines

Para Jeffrey Orellana y quien suma unos 8 años en el grupo, ser parte del grupo es una responsabilidad que le compromete a mejorar en cada paso que da, desde que está en el ensayo.

Nathalia López, quien tiene dos años en el grupo, expresa que ser parte del grupo es vivir la tradición y la cultura.

"Para 2024 me gustaría mejorar la calidad en la ejecución de mis pasos", manifestó López, quien gusta por la Cumbia Chinandegana entre sus coreografías preferidas.

Mientras que para Jairo Vado, ser del ballet es un orgullo. Y recordó que la próxima puesta será el 20 de enero en el parque central de Diriamba, Carazo, en homenaje a las fiestas patronales de esa ciudad.

El relevo

Uno de los riesgos que la agrupación asumió y que resultó un éxito, es la combinación de un son nacional con elementos contemporáneos del flamenco.

Y es que las adolescentes y niñas que forman parte del Ballet Infantil y que dirige, Denis Sánchez, fueron las responsables de introducir una mezcla nueva en la pieza El Zanatillo.

Para Sánchez, es muy importante que las nuevas generaciones en 2024 tengan disponibilidad y disciplina, así como el corazón de entrega para que sean ese relevo necesario de un grupo que suma más de 5 décadas dejando en alto el orgullo de ser Nicaragüense.

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