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Banco Mundial advierte que se avecina una "estanflación" a nivel global

La economía global se dirige hacia lo que podría convertirse en período prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación.


En un reciente informe del Banco Mundial (BM) advirtió que la economía global se dirige hacia lo que podría convertirse en período prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación o "estanflación", una coyuntura económica mundial similar a la de 1970.

Lo que parece ya un contexto inevitable, se atizó, según el uniforme, en medio de una prolongada crisis economía mundial desatada por la pandemia de la covid-19, a los que se le sumaron los severos impactos económicos que ha generado la invasión rusa en Ucrania.

El BM ha recortado sus previsiones de crecimiento económico global para este año a 2,9%, un porcentaje considerablemente menor que el 4,1 % que calculó en enero de este año y todavía más bajo que el 5,7 % de crecimiento que se registró en 2021.

En su proyección, el BM prevé que este crecimiento oscile en torno a ese ritmo durante el período 2023-24, a medida que la guerra en Ucrania afecte la actividad, la inversión y el comercio en el corto plazo; la demanda reprimida se disipe, y vayan eliminándose las políticas monetarias y fiscales acomodaticias.

Como resultado de los daños derivados de la pandemia y la guerra, este año, el nivel de ingreso per cápita de las economías en desarrollo se ubicará casi un 5 % por debajo de su tendencia previa a la pandemia.

“La guerra en Ucrania, los confinamientos en China, los trastornos de la cadena de suministro y el riesgo de estanflación afectan el crecimiento. Para muchos países, será difícil evitar la recesión”, aseguró David Malpass, el presidente del Grupo Banco Mundial.

Añadió que “los mercados están expectantes, por lo que es urgente fomentar la producción y evitar las restricciones comerciales. Se requieren cambios en las políticas fiscales, monetarias, climáticas y de endeudamiento para contrarrestar la asignación inadecuada de capital y la desigualdad”.

En esta línea, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha llamado a los países de la región a estar preparados para enfrentarse el contexto económico mundial que se avecina, sobre todo porque ante este tipo de crisis globales los países en vías de desarrollo resultan ser los más afectados.

Mario Cimoli, director ejecutivo interino de la Cepal, esta semana durante la presentación de un informe sobre los impactos económicos y sociales de la guerra en ucrania en América Latina y el Caribe, insistió en que no hay forma en que los países de la región puedan hacerle frente a este nuevo escenario económico mundial de manera aislada.

“Hay que repensar a políticas regionales importantes y hay que anticipar lo que viene en energía, en alimentos, en sectores industriales claves, fertilizantes y otros. Hay que pensar a regionalización de América Latina y el Caribe”, subrayó.

Por su parte, Iván Acosta, ministro de hacienda y crédito público de Nicaragua, aseguró el pasado miércoles que una de las primeras medidas que el gobierno podría aplicar este país frente a esta crisis global es “el aumento de las tasas de interés”.

No obstante, manifestó que con esto “hay que tener mucho cuidado porque si se aumentan mucho las tasas de interés baja la inversión y si baja la inversión baja el crecimiento y detrás del crecimiento está el empleo”.

La invasión rusa a Ucrania mantiene paralizada ambas economías y su desempeño como proveedores mundiales de varios insumos, a esto se le ha sumado a la prohibición de India de exportación de alimentos básicos como el trigo, lo que, según expertos, podría generar una escasez de alimentos a nivel global.