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Haití arresta a 17 sospechosos por el magnicidio, en su mayoría colombianos

Por el momento, 15 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano están detenidos, tres colombianos murieron y otros ocho están prófugos.


Autoridades de Haití anunciaron la detención de 17 de los 28 supuestos implicados en el asesinato del presidente Jovenel Moise, en su mayoría colombianos.

Quince colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano están bajo la custodia de la Policía, mientras que otros tres ciudadanos colombianos fueron abatidos en tiroteos con las fuerzas de seguridad, según el primer balance oficial en el que se revela la nacionalidad de los supuestos "mercenarios".


Los otros ocho miembros del comando que participaron en el asalto a la residencia de Moise en la madrugada del miércoles, también colombianos, están fugados y son buscados "activamente", según detalló el director general de la Policía, Léon Charles.

Después de este anuncio, el Gobierno colombiano informó que seis de los detenidos en Puerto Príncipe son miembros retirados del Ejército del país suramericano.

COLABORACIÓN CIUDADANA EN LAS DETENCIONES

Las operaciones policiales contaron con el apoyo de decenas de ciudadanos anónimos, que encontraron y atraparon a dos de los sospechosos que estaban escondidos en el barrio de Jalousie, de la capital haitiana.

Los extranjeros fueron atados con cuerdas y conducidos hasta la comisaría del barrio de Pétion-Ville, donde una turba se arremolinó para tratar de linchar a los detenidos y después prendió fuego a tres automóviles que supuestamente pertenecían a la banda.

Tras estas escenas, el primer ministro interino, Claude Joseph, quien está al frente del país tras la muerte de Moise, volvió a llamar a la población a mantener la calma y a evitar los actos de vandalismo.

La Oficina de Protección al Ciudadano (OPC), un organismo independiente de promoción de los derechos humanos, alertó que se está asistiendo a "una caza contra los latinoamericanos con el pretexto de buscar a los mercenarios".


Desde que se conoció la noticia del magnicidio el miércoles, varias embajadas extranjeras han recomendado a sus ciudadanos evitar salir de sus casas.

A pesar de estas tensiones y de mantenerse el estado de sitio decretado el miércoles, el Gobierno dio los primeros pasos para volver a la normalidad, con la reapertura del aeropuerto internacional de Puerto Príncipe y un llamamiento a los funcionarios a volver a sus puestos de trabajo.

PETICIÓN DE UNA INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL

Conociendo la implicación de 28 extranjeros, el Gobierno haitiano pidió apoyo internacional para investigar el asesinato, según aseguró la enviada de la ONU al país, Helen La Lime, al margen de una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad convocada de urgencia para abordar la crisis en la nación caribeña.

El Gobierno colombiano dijo haber recibido este jueves una solicitud formal de información a través de la Interpol y se comprometió a enviar fechas, horas de vuelo e información financiera a las autoridades.

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La Casa Blanca dijo que quiere ayudar en la investigación del magnicidio, pero aseguró que por ahora no ha recibido ninguna petición de asistencia por parte de Haití.

Durante la reunión del Consejo de Seguridad, República Dominicana fue el país que defendió con una mayor vehemencia la necesidad de prestar asistencia a Haití para garantizar la seguridad del país y evitar que esa inestabilidad se extienda a su territorio.

El embajador dominicano en la ONU, José A. Blanco, aseguró que las autoridades de su país no tienen hasta ahora ninguna información de que los asesinos hayan viajado desde su país o hayan huido hacia República Dominicana.

ASESINOS TENÍAN TRES MESES DE ESTAR EN HAITÍ

Uno de los supuestos miembros del comando que mató al presidente haitiano, Jovenel Moise, reveló que los asesinos colombianos llegaron al país hace tres meses, según dijo un juez al diario "Le Nouvelliste".

"Los mercenarios estaban en Haití desde hace cerca de tres meses", dijo el detenido James Solages, según declaró al periódico el juez de paz Clément Noël, quien interrogó a dos de los detenidos.


James Solages y Joseph Vincent son los dos estadounidenses de origen haitiano que fueron arrestados por supuestamente formar parte del comando, que contaba además con 26 colombianos, según las autoridades haitianas.

Ambos declararon al juez que fueron contratados como intérpretes, dijeron haber encontrado el trabajo por internet y aseguraron que la misión consistía en "detener al presidente Jovenel Moise, en el marco de la ejecución de un mandato judicial de instrucción" y "no matarlo".

Solages también dijo que llevaba un mes en Haití y Vincent declaró haber llegado al país hace seis meses.