Se cumple un año del ataque a la Parroquia Divina Misericordia

Padre Raúl Zamora: “El odio y la violencia se encontraron con la misericordia y compasión de Dios”.


Hace un año, 200 jóvenes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), demandando la salida del actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fueron atacados por fuerzas policiales y parapoliciales hasta ser sacados del alma mater.

Ante la desesperación, los jóvenes huyeron rumbo a la Iglesia Divina Misericordia, que se ubica a dos cuadras de la UNAN-Managua, pero algunos se quedaron rodeados y sin manera de salir con vida del lugar, hasta que apareció en una camioneta ondeando la bandera de la iglesia el padre Raúl Zamora, párroco de este templo católico.

Estas puertas abiertas que mostró el templo molestó a los atacantes, por lo que decidieron seguir en la ofensiva contra los estudiantes, periodistas y sacerdotes, quienes estaban dentro del templo.

Dicho ataque duró unas 20 horas.

“Todos estuvimos cobijados esa noche por la misericordia de Dios y yo le agradezco y también lo celebro, mi más grande sentimiento es el de la gratitud”, expresó el sacerdote Zamora al recordar ese ataque a la parroquia que dirige.

El líder religiosos contó que él ya tenía desde antes de la crisis sociopolítica una fuerte cercanía con algunos de los jóvenes atrincherados en la UNAN-Managua, pues su trabajo pastoral también era el de atenderles en la Pastoral Juvenil Universitaria.

“Hay un lazo con ellos hoy más que nunca, no sólo como pastor, sino como hombre de fe, que busca también servir, como lo hizo Cristo, servir en los que sufren”, reveló Zamora.

Esa noche en la parroquia se improvisó un puesto médico donde se atendieron a los heridos, no había manera de salir a un hospital, pues los parapolicias tenían la zona rodeada.

“Vi morir a dos jóvenes, fue terrible, un momento desgarrador y que hasta hoy no puedo borrarlo de mi mente”, recordó el sacerdote, quien también es secretario del cardenal Leopoldo Brenes.

Ese día la imagen de Jesús de la Divina Misericordia fue profanada al ser tocada por los disparos de los parapolicías.

“El mensaje que me deja esa imagen, al verla con los disparos, es la del pasaje del Evangelio: mirarán al que traspasaron cuando al señor Jesús lo traspasan las lanzas y de él brota sangre, pensé inmediatamente en el odio y la violencia”, expresó Zamora, al señalar la imagen.

El sacerdote hizo un llamado a no poner por delante de la vida humana el poder y la riqueza.

“Es un mensaje muy lindo porque nos hace ver de que no debemos nunca de dañar al ser humano y que esto sea una experiencia para nosotros, muy dolorosa pero que nos haga crecer y madurar en cuanto a poner al ser humano en el centro de todas las cosas”, agregó.

Este sábado a las 3:00 de la tarde se realizará en este templo una misa por el aniversario, que dejó dos fallecidos, Gerald Vázquez López, de 20 años y Francisco Flores, de 21 años.