Daniel Ortega / Cortesía

Daniel Ortega / Cortesía

¿Daniel Ortega podría ser inhabilitado de su cargo?

Esta posibilidad es casi nula debido a que la Asamblea Nacional es controlada por el oficialismo


Daniel Ortega podría ser inhabilitado de su cargo como presidente de Nicaragua ante la falta temporal injustificada en la que ha incurrido por más de un mes, de acuerdo a lo que establece el artículo 149 de la Constitución Política de Nicaragua, según el exdiplomático Edgar Parrales.

Ortega, desde hace 32 días no comparece en público en medio de la grave crisis sanitaria que enfrenta el país a consecuencia de la pandemia del coronavirus.

"Hay una consideración en lo que sería la falta temporal por incapacidad, que es por ejemplo, no por ausencia del país sino por incapacidad. ¿Cuándo se podría considerar eso? Cuando el presidente no aparece, no se sabe de él, no se sabe dónde está, no se sabe cómo está, no se sabe qué tiene, no se sabe cuánto tiempo va a estar así, eso es lo que sería una incapacidad temporal por razón de una ausencia injustificada, ahí perdería el cargo, pero qué pasa, tiene que ser decretado por la Asamblea", explicó Parrales.

Según la ley, el presidente sólo requiere permiso de la Asamblea Nacional para ausentarse únicamente cuando necesita salir fuera del país por un periodo mayor a 15 días y menor a 30 días. El mandatario, también requiere el permiso del legislativo si va a salir por más de 30 días y menos de 3 meses.

"En este último caso puede suceder que por circunstancias se prolongue la situación en la cual perdería prácticamente el ejercicio del cargo, pero, si la Asamblea considera que su prolongación se deba a una situación de fuerza mayor y lo concede (el permiso) es enteramente legitimo. ¿Qué pasa si se prolonga más allá de lo que está autorizado y no pide prórroga? Ahí si prácticamente pierde el ejercicio del cargo, agregó el ex diplomático.


Parrales asegura que para aplicar este artículo de la Constitución, se requieren 62 votos en el Parlamento, no obstante, descarta ese escenario porque la Asamblea Nacional está controlada por el partido de Gobierno.

"¿Cuándo lo van a sancionar si los maneja a todos ellos como titeres?", señaló Parrales.

Violeta Granera, integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) lamentó que la única voz que se ha escuchado desde el Ejecutivo, es la de Rosario Murillo, vicemandataria y esposa de Ortega, en sus acostumbradas llamadas telefónicas diarias a medios oficialistas.

"Es inadmisible que pretenda la dictadura estar manejando la situación a través del teléfono. Es una irresponsabilidad inaudita que Ortega no haya dado la cara para decir qué es lo que va hacer el Estado de Nicaragua y qué es lo que no va a ser. Está haciendo cosas muy inadecuadas y peligrosas para sumir la responsabilidad que tiene, que además es constitucional, de tomar todas las medidas para proteger al pueblo de Nicaragua en medio de la pandemia", sostuvo Granera.