Foto Cortesía

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Afluencia desigual marca jornada de vacunación anticovid en niños y jóvenes en Nicaragua

En algunos centros la presencia de pacientes fue bastante notoria


Nicaragua comenzó este lunes a aplicar las vacunas cubanas Abdala y Soberana 02 a niños de 2 años hasta adolescentes de 17 años de edad, y la Sputnik Light a personas con edades de entre 18 a 29 años.

Decenas de niños y adolescentes, acompañados de sus padres, así como adultos jóvenes, acudieron desde tempranas horas a los puestos de vacunación, que suman 1,800, establecidos por el Ministerio de Salud en los 153 municipios de Nicaragua, para ser inyectados contra la Covid-19, de acuerdo con las autoridades.


En el primer día de vacunación la concurrencia fue dispar, ya que mientras en algunos puestos las filas eran notorias, en otros había espacio para más personas, como pudo constatar Efe.

“Las pandemias se contrarrestan con vacunas, entonces es importante que ya haya llegado a este sector de la población, pero es el sector al que menos le gusta las vacunas, dice que le duelen la inyección, a la aguja, hay que hacer un trabajo psicológico y hasta de soborno para convencerles que es importante la vacunación”, dijo Irma Silva, madre de familia de una de la vacunadas en el Centro de Salud Edgard Lang, ubicado en el Barrio San Judas de Managua.

Ivania Reyes junto a su hijo de 5 años llegó a este centro de salud a las 4:00 de la mañana para ser uno de los primeros atendidos y tras varias horas de espera, a eso de las 9:00 de la mañana, logró inocularse.

“Nos hicieron firmar un papel en el que decíamos que estábamos de acuerdo con la vacunación y que no tendría reclamos de ningún tipo por las reacciones adversas, pero además me dijeron que, ante cualquier reacción, como calentura, lo indicado era darle acetaminofén”, añadió Reyes.

Otro punto de vacunación en Managua fue el Centro de Salud del Barrio Altagracia, en donde el orden entre la población fue mayor. Incluso ciudadanos de otros municipios de la capital llegaron a inocularse y no se les negó el acceso.

Un ciudadano que habita en Ciudad Sandino afirmó que se encontraba en el Barrio Altagracia ejecutando unas diligencias personales, pero al observar que las filas para la vacunación eran reducidas decidió inocularse.

“Antes yo pregunté al vigilante si me la podía poner, me dijo que no había problema porque era de un municipio de Managua”, expresó el ciudadano.

Erick Cruz, habitante del Barrio Altagracia, destacó que la agilidad en el proceso de vacunación se debe a que habilitaron más puestos en todo el país, esto redujo el tiempo de espera.

“Solo vacunados todos vamos a ganarle al virus, hay que perder el temor a la vacuna, aprovechemos que está en cada barrio, en cada distrito, está más accesible, ya la población se va al lugar que le queda más cerca y es más rápido”, finalizó Cruz.

Las metas de vacunación

La semana pasada las autoridades nicaragüenses informaron que esperan vacunar a 2,1 millones de menores de edad.

A esa cifra se suma la cantidad de adultos de entre 18 y los 29 años, calculada en al menos 1,1 millones de personas, para totalizar 3,2 millones, según datos oficiales de Nicaragua, un país de 6,5 millones de habitantes.

Las vacunas aplicadas a los menores de edad son las de origen cubano Abdala y Soberana 02, que de momento no cuentan con la autorización de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La fórmula inoculada en los adultos jóvenes es la Sputnik Light, que consiste en una sola dosis y que según Rusia tiene una eficacia del 70 % frente a la variante delta del coronavirus, cuya presencia en Nicaragua no ha sido confirmada por las autoridades locales.


La Sputnik Light tampoco ha recibido la aprobación de la OMS, organismo que no se opone a las fórmulas que los Gobiernos de cada país decidan aplicar.

Nicaragua espera adquirir 2,4 millones de dosis de vacunas cubanas en 2021, y ya ha garantizado 3,39 millones de la fórmula rusa.

Nicaragua ha aplicado las vacunas Covishield, AstraZeneca, y Pfizer, principalmente por donaciones de España, Noruega, la India, Panamá, y el mecanismo Covax de la OMS, que garantiza medicinas a países pobres, más un préstamo de Honduras.

El Gobierno de Nicaragua tenía como meta vacunar al 43,8 % de los 6,5 millones de habitantes, es decir, 2,8 millones de nicaragüenses, pero la misma podría variar tras las adquisiciones de las fórmulas rusas y cubanas.

Hasta mediados de octubre Nicaragua no ha alcanzado a vacunar al 10 % de su población, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La pandemia ha dejado 207 muertos y 16.044 casos confirmados de covid-19 desde marzo de 2020 en Nicaragua, según las estadísticas del Ministerio de Salud.