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Enero y febrero experimentarán déficit de precipitaciones en zonas productivas

Esto tendría impacto en la siembra de frijoles de apante, según estimaciones del Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena).


Para los meses de enero y febrero de este año, predominarán unos 16 frentes fríos y vientos alisios, que podrían generar cierta humedad, así como bajas temperaturas, pero pocas precipitaciones en el territorio nacional, lo que tendría impacto en la siembra de frijoles de apante, según estimaciones del Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena).

“Son frentes fríos que vienen de la parte de Estados unidos y del Golfo de México, en cuanto a la humedad se mantiene debido a las condiciones atmosféricas, también nos determina las condiciones de posibles precipitaciones con mayor tendencia en zona del Caribe y zona Centro, en el pacífico es menor”, dijo Agustín Moreira, director de Ofena.

Por su parte Nancy Ugarte, oficial regional para la acción humanitaria de la Concertación Regional para la Gestión de Riesgo (CRGR), que trabaja en Guatemala, Honduras , El Salvador y Nicaragua, señaló que en dicho periodo habrá un déficit mayor de precipitaciones a las tradicionales, por lo cual recomienda que en zonas productivas se implementen técnicas agroecológicas como las cosechas de agua, riego en goteo, entre otros.

“Son lluvias de corta duración, la cantidad de milímetros es poca, generalmente no hay muchas lluvias en este tiempo pero este año será menor, según las perspectiva regional del clima para este año, en el norte la precipitación histórica es de 35.7 milímetros y que este año será entre 2 y 30 mm, supongamos que sean 30, estaremos 5 mm por debajo de la norma histórica, podría ser que las lluvias se presenten en uno o tres días por lo cual debe aprovecharse con cosechas de agua”, expuso Ugarte.

Añadió que hay muchas iniciativas sobre métodos para mitigar la escasez de lluvias, principalmente en el corredor seco de la región, que ha disminuido las afectaciones de la reducción de las lluvias, pero reconoce que no es la solución definitiva a la problemática.

“Las diferentes organizaciones que trabajan con la Mesa Nacional para la Gestión de Riesgo y la CRGR, implementa e impulsa a comunidades para que ejecuten estas técnicas adaptadas a las diferentes condiciones de cada país,lo que ha generado frutos positivos, incluso el rendimiento que se obtiene con los años es mayor que el que se obtiene con química”, manifestó.

Ofena analiza que a finales de mayo o inicios de junio, comience el periodo lluvioso, que será intermedio, es decir, con menores precipitaciones comparado con el año pasado, siempre y cuando no hayan variaciones en lo que transcurra el año.