EFE

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Un muerto y cuantiosos daños deja la primera onda tropical en Nicaragua

La primera víctima de la temporada lluviosa de Nicaragua, fue identificada como Mayeli Obando encontrada hoy sin vida en la costa del lago de Managua.


Al menos un muerto y cuantiosos daños en diferentes ciudades de Nicaragua dejó como resultado el paso la onda tropical número uno de la temporada, que ingresó el jueves y salió la tarde de este viernes, informaron las autoridades nicaragüenses.

La primera víctima de la temporada lluviosa de Nicaragua, identificada como Mayeli Obando, fue encontrada hoy sin vida en la costa del lago de Managua o Xolotlán, un día después de haber sido reportada como desaparecida cuando fue arrastrada por la corriente de un cauce pluvial.

El paso de la onda tropical sobre Nicaragua dejó precipitaciones de hasta 130 milímetros en Managua, y 80 milímetros en el noroeste del país, indicó el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).

Las precipitaciones, intensas y constantes, inundaron al menos 14 barrios de Managua y anegaron 40 viviendas, de acuerdos con datos de la alcaldía de la capital nicaragüense.

Las lluvias también causaron inundaciones en algunas de las principales vías de Managua, así como en calles de las zonas periféricas.

La situación empeoró debido a los efectos que causó en el tráfico de la ciudad.

El dueño de un autobús de transporte urbano colectivo de Managua informó que el automotor fue impactado por un rayo cuando circulaba cargado de pasajeros en una calle céntrica de la capital, pero no causo lesionados.

En la ciudad costera de Corinto, ubicada en el noroeste de Nicaragua, las olas del océano Pacífico penetraron hasta la zona urbana, y destruyó parcialmente unas diez viviendas, según afirmaron los testigos, a medios de comunicación locales.

Las autoridades nicaragüenses confirmaron que el oleaje se debió al fenómeno conocido como "mar de fondo", como producto del paso de la onda tropical.

Los afectados mostraron los restos que quedaron en pie de sus viviendas, cuyas estructuras cedieron ante el constante golpeo de las olas.