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Un devoto que mantuvo su tradición a la virgen a pesar de sus problemas de salud

Cuatro generaciones de su familia han mantenido la tradición


Jorge Luis Aguirre, habitante del barrio San Judas, en Managua, hace cuatro años heredó de su abuela, la tradición de celebrar a la Inmaculada Concepción de María, aunque aún ella está con vida decidió hacerse cargo de la devoción en busca de la unidad de su familia.

Todo hacía indicar que este año serios problemas de salud le impedirían la celebración de la tradicional Purísima en su hogar, una devoción de varias décadas en su familia.

Jorge recuerda que fue diagnosticado con hipertensión arterial en agosto de este año y posteriormente el dengue le atacó a tal punto de dejarlo internado en un hospital capitalino.

“Fue en agosto que se me desencadenaron esas enfermedades y yo solo me encomendé a la santísima virgen en la advocación de la Asunción de María, que en ese tiempo es su celebración y le pedí que intercediera ante el padre, para que no me siguiera complicado, porque mis plaquetas estaban muy bajas y fueron los médicos que me dijeron que era algo grave y peligroso”, agregó.

Según Jorge Luis son hasta cuatro generaciones las que han inculcado en la familia la tradición.

“Es desde nuestros antepasados, luego mi abuelita que todavía la tengo con vida y ahora esa devoción que se debe inculcar a cada uno de los familiares y ese amor incondicional de la Santísima Virgen María, eso se está haciendo”, enfatizó.

Cada 7 de diciembre Nicaragua se conmemora en todas las calles y hogares del país la tradicional Gritería en honor a la Inmaculada Concepción de María, sin embargo, otras familias como la de Jorge prefieren hacerlo mediante invitación días antes o después de esta muestran de religiosidad popular.

Jaime Aguirre Corea, tío de Jorge Luis, indicó que para la familia esta celebración se ha convertido en un momento de reencuentro y transmisión de la fe, puesto que ya son cuatro generaciones las que no han perdido la devoción a la intercesión de la madre de Dios.

“En nuestro corazón vive la madre de Dios, algo importante que desde pequeño nos enseñó nuestra madre, hay una madre que intercede por nosotros ante nuestro señor Jesucristo, no importa que seamos nosotros de este mundo a veces, si hay su intercesión y arrepentimiento de corazón alcanza la misericordia de Dios”, mencionó.

Este 7 de diciembre los fieles católicos participan de la tradicional gritería en honor a la Inmaculada Concepción de María y peregrinan a distintas casas que colocan su altar y en los que reciben la tradicional “gorra”, a como les llaman a los artículos repartidos en esta festividad religiosa.

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