
Alerta por secuestros extorsivos en Nicaragua
Desempleo podría estar influyendo en el aumento de estos delitos, dice experto
Desde diciembre del 2022 hasta febrero de este año, Nicaragua registra una serie de secuestros extorsivos que han causado alarma entre la población.
La situación amerita que las autoridades policiales y la población intensifiquen medidas de prevención, porque podrían ser el reflejo del desempleo que vive el país, según David Silva, experto en temas de seguridad ciudadana.
“Estamos en un país donde todavía hay quienes se quieren ganar el dinero fácil y el desempleo o subempleo está llevándoles a tomar eso que parece el camino fácil; sorprende mucho, porque el secuestro en Nicaragua no era tan común, nadie raptaba para después pedir dinero”, indica.
El experto señala que es importante detectar los signos de alerta a tiempo e informar a familiares y vecinos para establecer una red comunitaria de prevención del delito.
“Puede pasar que alguien que está constantemente en el parque vigilando o si está en la banca podría estar levantando la información; a lo mejor no te anda buscando a vos, a lo mejor es al vecino, pero ya causaste una alarma y cooperación comunitaria en la prevención de delito”, manifiesta.
Llamar a la Policía Nacional es el primer paso cuando se recibe la llamada de un supuesto secuestrador, para que a través de sus sistemas de investigación la institución detecte la ubicación del delincuente.
“Algunos dicen no lo hago porque la vida de mi familia está en riesgo, de todos modos, la seguridad ya está en juego, si es que los tienen cautivos, vas a conseguir la plata y a pagar, entonces mejor llama a la Policía, porque son los únicos que tiene los medios para rastrear una llamada que te hayan hecho, o a nivel satelital pueden detectar el sitio donde se encuentra”, agrega.
Según el especialista, se debe poner en marcha medidas preventivas básicas, como avisar a los familiares más cercanos el lugar al que me dirijo y cuánto tiempo tardaré.
“Si vas a salir, se debe comunicar a través de una foto hacia donde voy y el tiempo que tardaré; si iras a una empresa bancaria siempre es importante ir también acompañado, porque saliendo de ese lugar podemos ser presa de cualquiera”, afirma.
Cinco casos reportados
El último caso de supuesto secuestro fue el de la doctora Aracelly Varela Bonilla, de 51 años, quien desapareció desde el día jueves en San Juan del Sur. Familiares revelaron a una estación de radio que les llamaron exigiendo seis mil dólares para dejarla en libertad.
De momento, las autoridades no revelan si se trata de secuestro real o una llamada de extorsión. Aún se desconoce el paradero de la fémina.
Otro caso sucedió el 8 de enero, cuando la sub Inspectora Elsa María Dávila fue secuestrada en el empalme Guayacán, en Matagalpa, por personas que también ya habían raptado dos días atrás a un agricultor de iniciales A.H.C., de 54 años, en la comunidad Zapote Kum, en la finca El Porvenir, ubicada a 92 kilómetros al este del casco urbano de Siuna.
Incluso una familia de Granada, el pasado 15 de enero, permanecieron secuestrados en su propia casa, ubicada en una zona rural del departamento, por sujetos que le exigían dinero a cambio de no asesinarlos.
El primer secuestro que se registró fue el 9 de diciembre del 2022 en la comunidad Tapalwas del municipio de Santo Domingo, Chontales. La víctima fue un joven de 15 años y fue abandonado el 11 de diciembre en el basurero de este municipio, después que su mamá pagó a los secuestradores 30 mil dólares a cambio de su liberación al propio tío del adolescente.