Cortesía

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4 generaciones de mujeres que continúan con el legado del emprendimiento

Conozcamos la historia de estas mujeres nicaragüenses que generación tras generación han emprendido con tenacidad y creatividad.


Doña Alicia Flores, fue una gran emprendedora, partió hace más de 3 años, pero logró heredar en vida su visión a tres generaciones de mujeres en su familia que hoy son dueñas de negocios.

Esperanza Flores, una de las hijas que le sobreviven, ha continuado con el legado; al enviudar y tras jubilarse después de ejercer por más de 30 años la psicología, decidió emprender con "El arte de la Lita", como un reto y ocupación en esa nueva etapa de su vida.

"Los emprendimientos necesitan de perseverancia y pasión, si uno es perseverante y tiene la pasión de hacer las cosas, sale adelante y triunfa; ese ha sido el lema y mi herencia que le estoy dando a mi nieta, e indudablemente a mi hija", dijo Flores.

Yolaina García, hija de Esperanza y profesional del Diseño Gráfico, administra su propio negocio, la tienda "Agua Helada" una empresa dedicada a elaborar sublimaciones.

"Empezamos con una taza. Nuestra marca está enfoca meramente en el mercado nostalgia, digo nostalgia porque nació a raíz de que muchos amigos de nosotros se fueron del país y hasta el día de hoy, tampoco nos hemos reencontrado; entonces, muchos de esos amigos tienen esa nostalgia de querer tener souvenirs nicas o querer tener algo nacional", relata.

La joven agrega que inició en un espacio bien chiquitito de 30 cm por 15 cm., "después que se vendió la taza, nos exigimos un poquito más de cosas. Así fuimos creciendo en productos y luego fuimos creciendo con otros diseños. Siempre la marca es enfocada en los colores azul y blanco de nuestra bandera", refirió Yolaina.

La emprendedora más joven de esta familia es Camila Argueta, de 14 años, quién desde los 8 años decidió emprender y hoy cuenta con su propio negocio al que llamó "Mila Mila", dedicado a elaborar pines.

"Empecé desde los 8 años porque yo veía como mis papás ganaban dinero y yo le dije un día a mi mamá: -mamá quiero alimentar más mi cuenta, pero no sé cómo-, en ese tiempo había un árbol de nancites en la casa de mi abuela y me aventuré a vender helados, al mediodía ya no tenía y después mi mamá me enseñó a hacer buñuelos y en el trabajo mi tío hicieron una feria y también me aventuré, me fue súper bien y al mediodía tampoco tenía buñuelos y después me aventuré con Mila Mila que ha sido de altos bajos", manifestó Argueta.

"Ella es invitada a las ferias y nosotros también pagamos espacios, pero es invitada especial y a mí, pues, la verdad me causa orgullo verla", manifestó Yolaina.

"Es un orgullo muy grande para la familia, que más quiere abuelita saber que su nieta está triunfando ya", expresó Esperanza Flores.

A estas mujeres no solo las unen sus lazos familiares, sino también su pasión por los negocios, actualmente Yolaina y su hija Camila cuentan con 2 puntos de venta de sus negocios; han superado retos, dificultades y obstáculos, han vivido juntas alegrías y han aprendido la una de la otra, siguen en pie de lucha como muchas mujeres nicaragüenses; creativas y tenaces.

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