Con casas de muñecas, Karen Martínez inició el proyecto económico que trasciende fronteras

En un inicio sus creaciones eran a base de cartón, más tarde pedía los poroplast que ya no eran utilizados en los supermercados de su localidad y así amplió sus horizontes en el mundo de las manualidades.


Karen Martínez Rocha, habitante de Chinandega, es una emprendedora que comenzó su negocio de la manera más inesperada, jugando con sus nietas un fin de semana, creando casas para las muñecas de sus pequeñas.

Según Karen, una tarde decidió jugar con sus nietas para entretenerlas y las pequeñas se les ocurrió la idea de crear casas de cartón, a lo que ella no pudo negarse, sin saber que era el comienzo de un negocio que generaría sustento a su economía.Creación de Karen Martínez.

“Cada una (de las muñecas) tenía que tener su casa y luego era una casa con piscina (...) ya me metí en problemas, dije yo porque yo no sé hacer piscina y luego era el columpio del parque, me quedé de lado, pero tuvimos el columpio ese día. Entonces las casitas se fueron perfeccionando, empecé con los pinceles de las niñas y con la acuarelas que teníamos en la casa que las comprábamos en la librería, (...) así comencé con unas cajas de cartón que me conseguí”, afirma Karen Martínez.

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En un inicio, sus creaciones eran a base de cartón, más tarde pedía los poroplast que ya no eran utilizados en los supermercados de su localidad y así amplió sus horizontes en el mundo de las manualidades.

“Mis amistades me empezaron a decirme que se las vendiera (...) De manera que la voz se empezó a correr, a amiga de la amiga de la amiga. De manera que las casitas están ahora en Holanda, en Washington, están en Miami, están en Boaco, tengo clientes en varios lugares”, explica la emprendedora.

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Tejas pintadas y decoradas por Karen Martínez.

Martínez afirma que ha tenido que documentarse para realizar con excelencia cada una de sus creaciones, un ejemplo es cuando le correspondió realizar un nacimiento y tuvo que leer libros que relataran la vida en los tiempos de Jesús para poder recrear correctamente la escena. De esa manera también ha aprendido a innovar con los colores que aplica en sus creaciones.

También afirma que uno de sus secretos para mejorar en sus creaciones es la prueba y el error, es decir experimentar siempre con cosas nuevas, sin temer a equivocarse y corregir.

“Cada cosa, cada pieza tiene su proceso. Todo lo que es fácil ahora, fue difícil y todo lo que es fácil, es difícil en algún momento. Cada cosa tiene su proceso, tuve que ir perfeccionando, ir mezclando colores, ir aprendiendo. Yo no sabía de mezclas de colores, hacer efectos de madera, pero fue naciendo poco a poco. Creación de Karen Martínez.

La emprendedora chinandegana, también se ha dedicado a compartir sus conocimientos con otros a través de talleres, en donde además de trabajar manualidades en cartón, poroplast y porcelana; también realiza bellezas en tejas de barro.

“Mi planteamiento más importante es poder transmitir, poder compartir estos conocimientos, poder compartir mi experiencia. Creo que eso es lo más hermoso que me puede suceder en la vida, es que alguien venga y diga lo voy a hacer y lo voy a hacer mejor. Eso es lo más hermoso que me puede suceder, que alguien lo haga mejor o igual y que saque su propio estilo, eso me encantaría”, finalizó Karen Martínez.