El Salvador libre de malaria mientras en Nicaragua se extienden los casos

Mientras tanto, El Salvador recientemente obtuvo de la OMS la certificación que lo acredita como país libre de esta enfermedad.


Tras más de 50 años de lucha contra la malaria, el vecino país de El Salvador recientemente obtuvo recientemente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) una certificación de erradicación total de esa enfermedad, mientras en Nicaragua dicha epidemia continua ganando terreno.

En los últimos 30 años los avances que alcanzó El Salvador en lucha antiepidémica contra la malaria fueron bastante notorios, pues el último brote que fue relativamente pequeño ocurrió en 1996, logrando reducir los casos de 9,000 a 26 entre los años 1990 al 2010. Desde el 2017 a la fecha el pulgarcito de Centroamérica no registra un solo caso de malaria autóctono en su territorio.

“Me gustaría reconocer los esfuerzos combinados de todos los sectores de la sociedad, del Gobierno de El Salvador y en especial a los profesionales de la salud y voluntarios que gracias a su dedicación y compromiso durante más de 50 años han logrado eliminar la malaria”, celebró Carissa Etienne, directora ejecutiva de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Francisco José Alabí, ministro de salud de El Salvador calificó como “un hecho histórico” que su país haya obtenido la certificación de la erradicación de la malaria que emite la OMS, pues los ubica como el primer país de la región en alcanzar esta meta y el tercero a nivel latinoamericano.

“Esta enfermedad ha generado letalidades en 1984 y de alguna manera sigue complicando a ciertos países. Es un hito histórico el poder recibir esta certificación y nos llena de alegría ser el primer país tropical en lograrlo y ser también el primer país centroamericano en lograrlo y esto es importante”, resaltó el funcionario.

Mientras El Salvador celebra este importante logro en materia de salud, en Nicaragua la malaria ha logrado extenderse más allá de Puerto Cabezas, foco de contagio en la Costa Atlántica y ha conseguido migrar hacia otras zonas del país como en el Pacífico y el Norte de Nicaragua.

Hasta el 02 de enero de este año sumaban ya 31,000 casos de malaria en el territorio nacional, según datos del Ministerio de Salud (Minsa).

“Hoy tenemos la epidemia en expansión hacia el Pacífico, la zona Caribe con una situación muy, muy delicada en términos de malaria y otros problemas”, afirmó el doctor Carlos Hernández, salubrista e integrante del Comité Científico Multidisciplinario.

El salubrista instó a las autoridades de la salud a cuestionar y evaluar su actual modelo de atención y prevención de la malaria en esa relación de atención entre los servicios y la comunidad, porque a su juicio todo hace indicar que se está perdiendo el control de las epidemias.

“Hay que evaluar esta situación, no podemos seguir así. No podemos seguir perdiendo el control de las epidemias cuando (Nicaragua) era un país que tenía la capacidad anteriormente”, sostuvo el médico.

A la comunidad médica en el país no solamente le preocupa la expansión de la malaria sino que la mayoría de casos reportados desde el año pasado se han dado por la picadura del mosquito infectado con el parasito Plasmodium falciparum que genera la forma más grave de la enfermedad en humanos.

A partir de agosto de 2020 Nicaragua registró un incremento de los casos de malaria en su forma más grave que es la ocasionada por el Plasmodium falciparum, el parasito que se aloja en la sangre de la persona pero que también puede llegar al cerebro y dañar otros órganos hasta generar la muerte, según el salubrista.

Hasta agosto del año pasado, que es el último dato oficial que tiene el Comité, la incidencia de estos casos de malaria llegó a ser el 46 por ciento del total de los casos registrados, cuando antes este tipo de malaria no alcanzaba el 20 por ciento, según Hernández.

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