EFE
Finalizan las fiestas patronales de Managua en honor de Santo Domingo de Guzmán
Cientos de personas participaron de la procesión del "Mocito" de Santo Domingo de Guzmán.
La imagen del “Mocito” de Santo Domingo de Guzmán fue llevado de regreso a Las Sierritas de Managua por un grupo de feligreses, su recorrido inició desde horas tempranas saliendo de la iglesia que lleva su nombre ubicada en el mercado Oriental.
Los devotos al ritmo de chicheros y con coloridos trajes tradicionales acompañaron a la imagen.
Como es de costumbre se pudo apreciar que niños y adultos se disfrazaron de vacas, se pintaron el cuerpo como diablitos rojos, así mismo de “negritos” y las infaltables réplicas de la imagen cargadas sobre la cabeza.
Al llegar al Gancho de Caminos, la imagen del "Mocito" fue bajada del barco para ser trasladada en hombros de un grupo de jóvenes y adultos del Comité Tradicionalista de Cargadores de Santo Domingo de Guzmán.
"Estamos cumpliendo el retorno del Mocito, una vez más, acompañando a las familias nicaragüenses en este recorrido que nos ha dejado una buena fe y amor hacia Santo Domingo de Guzmán, por el cese de esta pandemia", dijo el tradicionalista Víctor Jaca.
Cabe señalar que dicha procesión fue organizada por la Alcaldía de Managua y contó con el resguardo de la Policía Nacional para garantizar la seguridad.
Fieles rezan y bailan a Santo Domingo de Guzmán afuera de la iglesia de Las Sierritas
Mientras tanto, de forma paralela, en las afueras de la iglesia de Las Sierritas, donde por segundo año consecutivo permanece resguardada la verdadera imagen de Minguito, fieles al santo bailaban con mucha alegría, tratando de acercarse a la diminuta imagen adornada con rosas y flores.
Los capitalinos rezaban el santo rosario pidiéndole su intercesión para que sus peticiones sean escuchadas, de igual manera otros agradecían los milagros concedidos tratando de cumplir su promesa que previo a la pandemia cumplían acompañando a la imagen en la subida y bajada realizada el 1 y 10 de agosto.
La medida de realizar esta actividad religiosa fue tomada como una precaución por parte de la iglesia para evitar la aglomeración de feligreses, evitando así el contagio de la covid-19.
